miércoles, 20 de enero de 2016

¡Mételo hasta el fondo!

- ¡JA! - eso fue lo que me salió de la boca cuando llegamos y paramos el frontera delante de la puerta. - No entra ni de coña.
Allí nos estaban esperando mi novia y mi suegra con dos mantas viejas que les habíamos pedido para tratar de proteger el coche cuando lo metiésemos, y las caras que tenían cuando nos vieron  llegar mostraban la misma duda que teníamos,  "eso, por ahí, no cabe" (jeje).

Empezamos a bajar el panda del remolque y lo encaramos delante de la puerta… muy justo… demasiado… y encima había que hacer un pequeño giro a derechas por la forma que tenía la pared. Llego un amigo de Andoni y entre todos empezamos a hacer la maniobra, una, otra vez, da igual como lo hiciéramos, el coche siempre tocaba la puerta. Así que no hubo más remedio que usar el plan B. "A rosca y con saliba todo entra!", así que quitamos las mantas y dejamos que los plasticos protectores del lateral del coche rozasen al entrar… y entró! Eso sí, nos cargamos un enganche de uno de los plásticos, pero entró.

Y ahora sí, momento de las fotos (que no son de ese mismo día, si no de casi un mes después, pero creo que ya os merecéis ver a la bestia aunque ya con una capa de mierda encima considerable):

En esta foto se aprecia el plástico lateral trasero suelto, que fue al que le rompimos el enganche. El resto de manchas que se ven son suciedad, no hay nada rallado pese a entrar rozando la puerta:






El salpicadero:






Y aquí unas cuantas fotos del motor averiado del panda:







Y no me castiguéis mucho por no tener aquí las fotos del resto del interior, porque las he perdido, el próximo día que vaya hasta el coche las vuelvo a sacar.


Después de dejar el coche y el motor en su sitio, llevamos el remolque aparcado en casa de mi suegra, lavamos el frontera en la gasolinera y se lo devolvimos a su dueño. El viaje ya había terminado, el Marbella ya estaba con nosotros y ahora solo quedaba devolver al día siguiente el remolque con la Nemo y empezar a trabajar!





¡Vuelta a casa!

Al poco de salir de Casalareina paramos en un bar de carretera a comer algo, ¡por fín!, el bar era una puta mierda, pero a estas alturas cualquier cosa nos sabía a gloria. Ya teníamos el Marbella, y estábamos mucho más relajados pero ahora empezaba a avivar otro nuevo miedo.

¿Os acordáis que en el primer post comentaba que ya teníamos sitio para guardar el panda? Pues bien, es el momento de entrar en detalles. El sitio en cuestión era una vieja casa del abuelo de Andoni, que tenía un pequeño portón de acceso al patio interior a través de un pasillo. Antes de comprar el Marbella ya lo teníamos medido y sabíamos que el coche cabía, pero muy justo. ¿Cómo de justo? Pues bien, ¿veís lo estrecho que es el portón verde de la izquierda?


Pues ese no es, es el marrón de la derecha. Aunque parezca increíble el portón es exactamente 2 centímetros más ancho que lo que mide el coche con los retrovisores plegados. Así que, como las matemáticas son exactas… el coche tiene que caber… ¿… o no? Pues ahí estaba el miedo…

Terminamos de comer y volvimos a emprender el viaje con Andoni al volante, y empezamos a darnos cuenta de una cosa… al frontera le cuesta tirar del coche… más de lo que esperábamos. Cuando preparamos el viaje habíamos echado las cuentas de que el remolque pesaría unos 150 kilos y el panda (que tenía la parte de atrás sin asientos) unos 600 kilos, osea, 750Kg que era lo legal. Pero  claro, el remolque ya no era el que estaba previsto, y éste era un poco más grande y pesado. Y el Marbella ya no era solo un Marbella, era un Marbella con dos motores dos transmisiones, 10 ruedas con sus llantas de acero, 4 asientos delanteros, una baca, y un montón de piezas que pesaban lo suyo… No quisimos echar cuentas de cuanto peso estaríamos arrastrando pero lo que teníamos claro es que íbamos pasados de peso, y bastante. Pero bueno, solo era cuestión de apagar el aire acondicionado, ir despacito para cuidar el frontera y no llamar la atención cuando nos cruzásemos con alguna patrulla de la guardia civil. Así que seguimos el viaje sin más problemas… hasta que llegamos a somosierra. En principio, con el ritmo que llevábamos era suficiente para aprovechar las inercias y subir las cuestas a una velocidad razonable, pero era domingo por la tarde, Julio, y operación retorno… así que nos tocó atasco y patrullas de la guardia civil paradas en el arcen controlando el tráfico. El escenario ideal para que se note que no podíamos recuperar el ritmo normal porque íbamos pasados de peso…


Sufrimos bastante… y apretamos el culo en alguna ocasión que nos quedamos parados justo al lado de una patrulla, pero finalmente superamos el puerto , y concluimos el viaje llegando hasta la casa del abuelo de Andoni. ¡Ya estábamos en casa!

¡A por la bestia!

Continuamos el viaje cruzando el País Vasco rumbo a la rioja, el tiempo no acompañaba, pese a ser Julio, y las horas de viaje empezaban a hacerse notar… cambiábamos el reglaje del asiento intentando buscar una postura más cómoda… cambiábamos la orientación de los chorros del aire… y sobre todo luchábamos contra la radio.  Llevábamos horas escuchando el mismo CD de reguetón de "Romeo Santos" que nos había dejado Regino en su coche (esto si que no te lo perdono), y hartos de oirlo una y otra vez intentamos sintonizar algo en la radio, pero la muy cabrona cada 5 minutos cambiaba de emisora… y por más que lo intentábamos no éramos capaces de evitar que se cambiase. Cualquier persona normal en nuestro lugar habría quitado la radio, pero nosotros estuvímos intentándolo casi durante una hora y, por supuesto, ella ganó… y dejamos que fuese la radio decidiese que era lo que debíamos de escuchar… ¡CABRONA!

Continuamos el viaje escuchando las noticias, y aunque intentábamos mantener la ilusión de ver ya el Marbella en vivo, ahora teníamos metido el miedo en el cuerpo de encontrarnos algo parecido a lo que habíamos vivido con el motor. Pero ya no había vuelta atrás, así que había que intentar pensar en positivo.

Tras varias horas de viaje y un repostaje de 90€ de gasolina (como traga el frontera…) llegamos a las callejuelas de Casalareina, y siguiendo las indicaciones del GPS llegamos a la casa dónde nos estaba esperando el Marbella. Eso sí,  si había la posibilidad de ir por una calle ancha o por una callejuela de mierda, el GPS nos llevaba por la callejuela… lo que nos supuso muchas maniobras para poder girar con el remolque.

¡Pero ya está! Estábamos allí, ¡delante del portón de la casa! Bajamos del frontera llamamos a la puerta y Gustavo nos abrió. Si cuando recogimos el motor todo eran malas sensaciones, aquí era todo lo contrario. Le saludamos, y según nos abrió la puerta de la finca ahí estaba el Marbella, recién lavado por su abuelo, con la baca con focos puesta, ¡impresionante! Parecía nuevo. Y sintiéndolo mucho, en ese momento tampoco se me ocurrió sacar la cámara… estaba demasiado ilusionado.

Nos habían preparado el coche como si lo fuese a entregar un concesionario,  su abuelo había estado limpiándolo a fondo por fuera, le habían puesto todos los cachivaches (snorkel, baca, focos, etc) para que lo viésemos montado, nos habían colocado todas las piezas, los juegos de ruedas y un par de asientos que nos regalaban en el maletero… Increíble. Ahora sí que estaba saliendo todo rodado, tanto tiempo deseando emprender esta aventura y ahora tenía el coche delante de mí.

Empezamos a hablar con gustavo del coche, me subí al coche con el y empezó a explicarme todas las modificaciones que le habían hecho al coche (más adelante las veréis en las fotos) y sin que me diese tiempo a reaccionar, giró la llave y lo arranco! ¿Pero no estaba gripado el motor??? Pues nó, el problema que tiene el motor es que se le había ido un retén (en ese momento ni idea de lo que era) y quemaba mucho aceite, pero el coche funcionaba lo suficiente como para poder subirlo y bajarlo por su propio pie al remolque. Así que nos pusimos manos a la obra, le desmontamos todos los cachivaches y con mucho cuidado, entre todos lo subimos:


Impresionante, ¿verdad?. Una lástima no tener una foto con todos los cachivaches montados.

Después de subirlo al remolque fuimos a firmar los papeles dentro de la casa y seguimos hablando sobre cómo había sido su carrera en el Panda Raid, y mientras tanto, y sin que nos diésemos cuenta, su abuela nos sacó algo para picotear… casi se nos salta una lagrima, eran las 3 de la tarde y no habíamos comido, solo teníamos un café y un sobao en el cuerpo desde la comida del día anterior…
Timidamente picoteamos algo mientras terminábamos de firmar los papeles  y  seguíamos escuchando sus consejos y finalmente nos despedimos. Andoni se puso al volante y emprendimos el viaje de vuelta.


En este momento, y desde estas líneas, solamente quiero agradecer a Gustavo, a Raúl y a su familia el trato recibido. 

¡A Santander!

Bep bep bep! Bep bep bep! Bep bep bep! 3:00 AM, hora de levantarse. Cartera, dinero, móvil, papeles de la compraventa, mochila, una botella de aquarius que había en la nevera y un cojín para que duerma un rato más el que vaya de copiloto. ¡Todo listo! Salimos a la calle, encendimos la luz de la bicicleta que habíamos puesto en el remolque (seguridad ante todo, jeje) y acordamos que empezaría yo conduciendo, ya que Andoni se había pegado un buen madrugón el día anterior y apenas había descansado nada. Fue subir al coche, arrancarlo, y una sonrisa tonta apareció en mi cara, todo empezaba en ese momento.
 Pfff… apreté el volante con fuerza, hice la rotonda con muchísimo cuidado y rece por que no echasen la vista atrás y mirasen hacia el remolque y viesen la lucecilla de la bici… tan en tensión iba que en vez de ir hacia la M50 cogí rumbo a la carretera del escorial… pero ya no había opción de corregir, había que seguir y rezar por que no apareciese de un momento a otro el reflejo de una luz por el retrovisor, así que seguí conduciendo en tensión hasta que poco a poco me hice a la idea de que habíamos librado… menos mal.
La verdad, es que según seguíamos alejándonos con el coche iba tratando de ponerme en el lugar del guardia civil y pensar por que nos habían dejado pasar y la conclusión a la que llegue es que estaban buscando chavales que estuviesen volviendo de la fiesta del sábado noche a casa, y cuando nos vieron a nosotros, con un frontera del 92, un remolque, y el copiloto con un cojín en el cuello lo que pensaron fue "estos no vienen de fiesta, estos se acaban de levantar".
Así que, después del momento de tensión ya no había ni rastro de sueño ni cansancio, mente totalmente despejada y a disfrutar de las curvas de la M600 hacia la A6. Ya estábamos en marcha!

Y así continuamos el viaje durante varias horas, a un ritmo tranquilito de 80 - 90km/h cruzando castilla rumbo a Santander mientras Andoni seguía tratando de recuperar las horas de sueño atrasadas.
A la altura de Palencia se despertó y ya se incorporó. Ya había amanecido y los estómagos empezaban a rugir. Con todos los problemas que habíamos tenido en las últimas horas no habíamos ni cenado ni desayunado, pero con el fin de tener tiempo de margen para evitar imprevistos decidimos no parar hasta llegar a Santander, y así hicimos.

Unos minutos antes de las 9:00 de la mañana, hora a la que habíamos quedado, llegamos a al barrio donde vivía el vendedor. Después de un par de vueltas, localizamos el único bar que estaba abierto y además con un hueco enorme en la puerta para aparcar, un hueco del tamaño de un autobús. No parecía difícil aparcar, y aunque nunca había llevado un remolque hasta ese día la teoría parecía fácil, bastaba con girar en sentido contrario. Así que me dispuse a ello, y ahí comenzaron las risas de Andoni. Primer intento… al bordillo,  segundo intento… al bordillo otra vez, tercer intento… la parte trasera del remolque hacia afuera… JODER, ¿tan inútil soy?, así que desesperado, me bajo del coche, lo coge Andoni, y que cabrón…  a la primera y perfectamente aparcado. Se ve que lo de llevar todos los días un trailer de 30 toneladas sirve de algo. (si, camionero con solo 24 años). Aquí podéis ver como lo dejó perfectamente aparcado:
  

Así que entramos en el bar a desayunar algo y llamamos al vendedor para que nos diese las indicaciones exactas para llegar hasta su casa. Volvimos al coche, esta vez ya en manos del profesional y seguimos las indicaciones. Al entrar por la caleya que nos llevaba hasta su casa, nos fuimos dando cuenta de lo que nos íbamos a encontrar, casitas viejas de pueblo, varios coches aparcados por las orillas con el cartel de se vende y  un hombre de mediana edad con aspecto algo descuidado y un bastón que nos indica como hace la maniobra para entrar en su casa, era el vendedor. Junto a él había otros dos hombres, también de avanzada edad y de aspecto algo descuidado que parecían trabajar para él. Nos saludamos, nos empezó a contar una historia que los coches de fuera eran suyos, que se dedicaba a coger coches que se entregaban al plan pive, bla bla bla…, realmente no lo hicimos mucho caso, veníamos a lo que veníamos y lo que estábamos viendo no nos gustaba mucho. Si ya teníamos la duda de que comprar un motor a un particular era asumir el riesgo de que no funcionase, lo que estábamos viendo estaba incrementando el riesgo considerablemente, pero ya estábamos allí, y siempre nos quedaba el consuelo de que el precio era realmente bajo y que nos daría un montón de piezas más. Finalmente acompañamos el hombre hacia la parte trasera de la casa y señalando con el motor nos dice, "ahí tenéis el motor". Es una lástima no tener fotos de ese momento… pero lo último que se me paso por la cabeza fue sacar la cámara. Pegado a un muro, a la intemperie, mal tapado con un plástico y apoyado sobre el suelo mojado por la lluvia de esa noche. Jooder. Lo destapamos, y era aún peor, parece que el plástico se lo habían puesto esa noche. Motor con bastante oxido, lleno de hojas secas y demás mierda de los árboles del jardín. Mientras mirábamos el motor sin saber muy bien que hacer, el hombre nos dice que al lado tenemos también el motor de un Ibiza diesel, por si nos interesa (vamos, que hemos ido a recogerle la mierda del patio y encima vamos a pagar por ello…).  En este momento es importante recordar que ni Andoni ni yo tenemos ni puta idea de mecánica, así que reaccioné y le pregunte:
  •  ¿y el resto de piezas?
  • Ahí las tienes - mientras señalaba con el bastón - Motor de arranque, caja de cambios…
¡Qué hijo de puta! Habían cortado con un hachazo el eje que va a las ruedas y habían sacado todo sin desmontar… La verdad es que nunca había comprado un motor en mi vida, pero no creo que se entreguen así.  Me quede inmóvil, no sabía que decir, realmente estaba decepcionado y a la vez avergonzado al ver que Andoni tenía la misma cara y había sido yo el que nos había metido en este lio. Pero fue el quien reacciono primero y les dijo:
  • Pues venga, ¿nos ayudáis a cargarlo?
Y en ese momento, todos los "secuaces" que estaban con nosotros de mirones empezaron a escaquearse:
  • Yo paso
  • Eso pesa mucho.
 Así que lo agarramos entre Andoni y yo y al maletero del frontera. Su puta madre como pesaba, nunca antes había cogido un motor, y entre los dos las pasamos putas para meterlo (o al menos yo).

Le pagamos al vendedor, y nos fuimos de allí lo antes posible para intentar no pensar mucho en la situación y llegar lo antes posible a Casalareina a recoger el Marbella. Esta vez ya llevaba el coche Andoni, así que tuve tiempo de sacar un par de fotos durante el viaje:

El motor, y toda la mierda que tenía


El salpicadero full equipe del frontera:
 

El  que sabe conducir de verdad.




Preparando el traslado

Ya no había marcha atrás, ya habíamos hecho la transferencia de la señal, y ahora había que encontrar la forma más económica para traerlo hasta Madrid lo antes posible, Así que empezamos a mover hilos a la vez que buscábamos también un nuevo motor para el panda y nos informábamos de todo el papeleo necesario para transferir el coche, ya que queríamos aprovechar el viaje para dejarlo todo firmado. Poco a poco las cosas iban saliendo, a través de mi empresa tuve acceso a una gestoría que nos prepararon gratuitamente todo el papeleo. Andoni consiguió que el hermano de un amigo suyo se comprometiese a prestarnos un remolque para trasladar el coche, y también encontramos un motor a buen precio, eso sí, en Santander. A priori, solamente el hecho de que el motor estuviese en Santander sería un motivo para descartarlo, pero el hombre insistió que además del motor nos regalaría un montón de piezas (motor de arranque, caja de cambios de 5 marchas, embrague, etc…), Así que parecía buena idea alargar el viaje y pasar por Santander a recogerlo. Así que este era el viaje que teníamos ante nosotros:


  
1000km en un día. Y ahí fue cuando nos surgió la duda, ¿Podrá la Citroën Nemo 1.4hdi de 75cv hacerse los 500km de vuelta tirando por el remolque y el panda? Y lo que es más importante, ¿es legal?. Echando cuentas, buscando información y preguntando a gente de nuestro entorno nadie nos lo aconsejo, así que había que buscar una alternativa. Una vez más, tuvimos la suerte de que un gran amigo (gracias Regino!) se ofreció a prestarnos su Opel Frontera 2.0i, eso sí, nos avisó varias veces que andaba poco y gastaba mucho, pero era perfecto!

Así que preparamos el viaje para el 5 de julio. Acordamos pasar a recoger el motor por Santander a primera hora de la mañana y el Panda al medio día. En este punto, las cosas ya no parecían ir tan fácilmente como antes. El hombre que nos vendía el motor era bastante reacio a que pasásemos a recoger el motor a primera hora del domingo, ya que por lo visto el día anterior era su cumpleaños y lo iba a celebrar con una cena, pero le hicimos entender el viaje que teníamos en un día (el lunes trabajábamos), así que a regañadientes accedió.

Todo estaba listo, ya era día 4, fui a casa de mi amigo a recoger el Frontera, y después a casa de mi suegra para recoger a  Andoni e irnos a por el remolque, pero todavía no habían conseguido contactar con el dueño para que nos llevase hasta su finca a recogerlo, así que al sofá y esperar a que le localicen…  4 de la tarde, las 5, las 6… nada, no había forma de localizarle. Andoni confiaba en que era cuestión de tiempo, que el hombre se había comprometido y había acordado que le llamaríamos hoy para que nos llevase a recogerlo, así que seguimos esperando. 7, 8, 9 de la noche… NADA. Todo se venía abajo, no teníamos remolque, ni posibilidad de conseguir uno y faltaban apenas unas horas para salir de viaje. Con toda la ilusión por los suelos, más la vergüenza de tener que llamar para cancelar la recogida del motor y del coche, decidimos aguantar un poco más de tiempo e irnos al bar, junto con mi chica, a ver el partido de futbol con la esperanza de poder ver a alguien que nos pudiese echar una mano. Mientras tanto, empecé a buscar por internet con el móvil alquiler de remolques. Sabía que era imposible, eran casi las 10 de la noche de un sábado, ¿quién iba a estar abierto a esas horas?, y peor aún, ¿quién nos lo alquilaría para salir de viaje dentro de 5 horas?. Encontré un anuncio, alquiler de remolques para transporte de automóviles en Ciempozuelos por 100€. Con ninguna esperanza llamé… esperé varios tonos y ¡hostia, me lo han cogido! Con un poco de agobio le explique la situación, necesitábamos un remolque para YA y se lo devolveríamos el lunes, pero la suerte parecía seguir sin estar de nuestra parte, el hombre estaba de viaje en Sevilla y se había llevado el remolque, pero nos dio una esperanza, nos dijo que le dejásemos 10 minutos y que nos llamaría.

Diez y media de la noche y suena el teléfono.
  • ¿Dime?
  • Os he conseguido un remolque de un amigo, tenéis que iros ya para Ciempozuelos a por él, que el dueño va a interrumpir una cena familiar para acercároslo.

Poco falto para soltar una lágrima… Parecía increíble, pero no había tiempo que perder. Cogimos el Frontera y carretera a por el remolque!

Llegamos a la nave industrial, había dos hombres con el remolque y estaban desatornillando los soportes de moto que tenía el remolque. Dimos marcha atrás, enganchamos el remolque, enchufamos los cables y MIERDA!! No funcionan las luces! Vamos a hacer una gran parte del viaje de noche… ¿y ahora qué? Pues nada, no hay más remedio que seguir adelante. Nos llevamos el remolque hasta mi casa, y durante el viaje yo no dejaba de pensar que en cualquier momento nos podría parar la guardia civil, o peor aún, que nos alcanzase un coche por detrás. Así que se me ocurrió una idea… las luces de la bicicleta. Se las ponemos atrás al remolque y por lo menos tenemos algo que haga de luces de posición. Así que al llegar a casa busqué por todos lados las luces de las bicicletas, pero solo encontré una, la luz de la bici de mi chica no estaba. A estas alturas ya daba todo igual, era la 1:00 de la mañana y en dos horas había que salir de viaje, así que le puse la única luz que teníamos:




Si os fijáis, la podéis ver encendida en el lado izquierdo. Así que dejamos el coche aparcado delante de casa, y nos fuimos a dormir… que en dos horas había que levantarse para empezar el viaje.

El calentón

Hace ya varios años tengo una idea que no acaba de salir de mi mente… participar en el Mongol Rally. Parece una de esas estúpidas ideas que a todo el mundo le apetece hacer pero que siempre se encuentran escusas para no hacerla y se acaba dejando en el olvido, pero el caso es que sigue ahí… haciendo que pase noches en vela pensando en la aventura de cruzar medio mundo en un pequeño y destartalado coche. Yo mismo buscaba mis propias escusas para no hacerla… no tengo tantos días de vacaciones…no hay dinero… tendría que buscar un coche… no tengo donde guardarlo…  no tengo ni idea de mecánica para arreglarlo…  nadie se va a atrever a venir conmigo o bien los dos únicos que creo que se atreverían viven a demasiado lejos de aquí (un saludo a Hectorín y Jurado), etc..  Pero una calurosa tarde de Junio, encerrado en un aula con el aire acondicionado estropeado y con la mente totalmente ausente pensando en el dichoso Mongol Rally, trate de poner solución a todas las escusas que me había puesto hasta el momento:

  •  "No hay dinero", según mis cuentas correr el mongol rally supondría unos 10.000€, pero bueno, es cuestión de ir poco a poco, no hay que invertir todo de golpe, y siempre se puede intentar mover hilos para intentar encontrar algún patrocinador.
  • "Tendría que buscar un coche", me paso horas mirando coches imaginado que coches sin sentido alguno…  es solo cuestión de tiempo que encuentre algo interesante.
  • "No tengo donde guardarlo", bueno, aunque cuando entró esta idea en mi mente no tenía sitio, realmente ahora bastaría con dejar mi coche fuera aparcado en la calle y meter el "nuevo" en el garaje…
  • "No tengo ni idea de mecánica", me encantan los coches, me encanta la mecánica pero nunca he tenido la oportunidad de aprender o cacharrear, así que… ¿qué mejor momento que aprender ahora y con un coche mecánicamente lo más sencillo posible? No puede ser tan difícil… cuestión de probar y equivocarse…
  • Y la pregunta clave de todas… "No tengo tantos días de vacaciones",  como podría conseguir 45 días de vacaciones… y la verdad es que a día de hoy aún no lo sé, pero se me ocurrió la solución que le dio viabilidad al proyecto, ¿y por qué no empiezo por una carrera menor? Tendría que buscar una carrera con el mismo espíritu de aventura, pero más corta en duración, por lo que con una semana de vacaciones sería suficiente, el coste se reduciría drásticamente (inscripción más barata, menos gasto en gasolina y averías, sin costes de billetes de avión de vuelta y traslado de vehículo, etc. Además, al ser un tiempo más corto de dedicación me será más fácil encontrar algún otro loco que quiera compartir la aventura y lo que invirtamos en preparar el coche para esta aventura será un gasto menos a asumir para el Mongol Rally! Ahora sí! Ahora empiezo a ver claro el camino a seguir… esto puede salir bien.
  • Pero, y ¿quién se va a atrever a venir conmigo? El problema de la distancia prácticamente descarta a las dos personas que creo que les encantaría participar en el proyecto, así que hay que buscar a alguien que le gusten los coches, no tenga ataduras o pueda librarse de ellas, tenga ganas de vivir una aventura, alguien con quien sea fácil poder juntarse para trabajar, y sobre todo que tenga cojones a decir que sí a una locura como esta sin pensárselo mucho… coño… Andoni!, el hermano de mi novia! 24 añitos y con muchas ganas de cachondeo!!

¡YA NO TENGO ESCUSAS!, en ese momento, olvidando por completo que estaba en un curso, cogí el ordenador y comencé a revisar las características de todas las carreras "cortas" tipo Mongol Rally que conocía, y tampoco tarde mucho en encontrar una que encajase: 6 días en Marruecos, inscripción "asumible", pasajes en barco incluidos en el precio, se vuelve a casa conduciendo tu coche, y el requisito es un panda/marbella, una de las mecánicas más sencillas que hay… ¡Panda Raid! ¡Decidido!.

Y ahora, ¿cómo le presento la idea a Andoni para convencerle a la primera? Empecé a buscar videos en internet como un loco y encontré uno que enseñaba todo lo que yo quería, pandas subiendo el Atlas nevado, badeando rios, atravesando pequeñas dunas, chavales haciendo el tonto con el coche, perfecto… Así que cogí el movil abrí el whatsapp, le envié el link al video y le dije un:
  •  ¿A que no hay huevos?
 La respuesta no se hizo esperar…
  • ¿Cuándo, cuántos días y cuanta pasta?
  • Marzo, 7 días, con 3000€ hacemos todo (comprar coche, inscripción y carrera)
  • Venga!

¡A tomar por el culo! ¡Ya la tenemos liada! Así que, con el calentón del momento, ¿para qué esperar más? ¡A buscar coche! Milanuncios… autoscout… coches.net… todas las paginas abiertas, seat marbella, presupuesto máximo 800€,  y abrir todos los resultados… y tras un rato mirando y descartando coches es cuando se alinean los astros… no puede ser.. Un Marbella, "preparado" para el panda raid, ballestas dobles, snorkel, instalación eléctrica mejorada, baca con faros adicionales, juego de ruedas de tierra y otro de asfalto, un montos de pijaditas más y sobre todo… matricula de Oviedo! Y espera… ¿anuncio publicado ayer? Creo que es momento para salir al baño… coger el movil y llamar.

No me lo podía creer, el coche sigue en venta, pero desde ayer se habían interesado 4 personas. Por lo visto lo tenían puesto a la venta desde hace varios meses a un precio más alto por toda la preparación que tenía el coche, pero la gente se echaba atrás porque tenía una avería en el motor, así que lo habían bajado al mismo precio que el resto de pandas/marbellas que estaban sin preparar pero con el motor funcionando. No me lo podía creer, tantos años con la idea en la cabeza y en una sola tarde estaba saliendo todo rodado. Le dije al chico que estaba muy interesado en el coche, pero que tenía que hablarlo con mi compañero, que si me lo podía reservar solamente hasta el día siguiente, y accedió! Llamé a Andoni, le conté todo lo que había visto y lo que había hablado con este chico y no lo dudó, a por él! Vuelta a llamar al vendedor, y ya era mío! Acordamos transferirle una señal de 100€ y pagarle el resto cuando recogiésemos el coche. ¡ Trato cerrado ! Ya tenemos PANDA!!!

Así que manos a la obra, ahora hay que conseguir un motor para el panda y ver cómo nos buscamos la vida para traer el coche desde La Rioja a Madrid.

Aquí os dejo algunas fotillos del anuncio:




Por lo que he llegado a saber del coche, inicialmente fue preparado por un tal Héctor de Asturias ( y si, más casualidad no podía ser, yo también me llamo Héctor y nací en Asturias). Este chico corrió con él el Panda Raid (creo que el 2011) y después lo vendió a unos chicos vascos (un enorme saludo para Gustavo y Raul) que también invirtieron algo en mejorar el coche y corrieron con él en el 2013 y ahora es nuestro. Aunque en estas fotos no se vea, en el anuncio había una foto donde se veía que ahora el coche tenía unas pegatinas a lo largo de todo el lateral con unas siluetas de animales y de un osais un tanto peculiares y las pegatinas de la publicidad eran otras.


Como ya os podéis imaginar, tras la locura de este día en el que todo salió rodado, comenzaron los nervios, las noches en vela, las conversaciones ajetreadas por whatsapp y contar al resto de la familia en que nos estábamos metiendo. Esto último fue bastante fácil, porque se pensaban que estábamos de broma, y si surgía la duda, con el escepticismo de pensar que, aunque fuesemos en serio, no seríamos capaces de sacar todo adelante. 

¡Bienvenidos!



En este blog trataremos de contar nuestra aventura paso a paso para haceros partícipes de la misma y su vez ayudar a otros que aún no se han decidido a lanzarse a un reto parecido. Nos esforzaremos en compartir nuestra experiencia y trataremos de compaginar nuestros relatos con un manual técnico que explique como vamos realizando todas las reparaciones mecánicas.

Nunca antes hemos escrito un blog ni nada parecido, así que solamente espero que nos ayudéis a dejarlo todo bien documentado y pido disculpas de antemano por los errores que pudiésemos cometer. Y una vez dicho esto, ¡vamos al lío!